Hay que tener en cuenta que para cada persona el miedo al fracaso significa una cosa diferente y tiene unos costes asociados diferentes. De esta manera, es necesario observarlo y objetivarlo para poder trabajar lo que hay detrás de él.
De igual forma, es importante entender que es algo normal en alguna medida cuando nos enfrentamos a una situación nueva o desconocida. Forma parte del proceso y ello no implica que por eso no realicemos lo que deseamos, solo hay que buscar la mejor manera de llevarlos a cabo teniendo en cuenta la implicación de nuestras decisiones. Así, es normal tener la incertidumbre de si saldrá bien o mal, dudar si podemos o no hacerlo, pensar en lo que creemos que se espera de nosotros o lo que creemos que pueden pensar los demás. También es necesario, comprender que, siempre habrá variables sobre las que no se puede tener el control y un porcentaje de riesgo que es necesario asumir si se quiere hacer algo.
Hay una serie de factores que influyen en la gestión del miedo al fracaso como son: baja autoestima, tener expectativas demasiado elevadas, baja tolerancia a la frustración, perfeccionismo, necesidad de control, excesiva autocrítica y sentimientos de culpa o no ser suficiente, necesidad de aprobación de los demás, etc.
Las consecuencias más comunes asociadas al miedo al fracaso son: exceso de exigencia para con nosotros mismos y con los demás, niveles de estrés y ansiedad elevados, descuido o desinterés en otras áreas de tu vida, un juez interior destructivo que te manda mensajes negativos, desvalorativos o catastrofistas, alterar tu patrón de respuesta conductual (es decir, puede paralizarte, distorsionar la realidad o nublarte el juicio, impidiendo ver con claridad lo que puedes conseguir o hasta dónde puedes llegar, sin tener en cuenta tu potencial y capacidades), etc.
Clave para manejar el miedo al fracaso: Las emociones tienen un mensaje muy poderoso y útil, negarlo o rechazarlo no hará que desaparezca, solo se expresará de otra forma diferente. Define qué es el miedo al fracaso para ti, y, aprende a identificar qué sucede, qué significado tiene asociado y qué costes y beneficios, percibidos o reales, hay.
Y recuerda que: ¡No hay imposibles, solo cosas que aún no sabemos cómo lograr!