Vida consciente: algunas nociones para empezar a vivir más consciente
A lo largo de la historia, en diferentes culturas, pensadores, filósofos, psicólogos, científicos, psiquiatras, escritores, etc., han hablado y teorizado sobre: la existencia y la espiritualidad, la conciencia o consciencia, la vida y el sentido vital, el ser en el mundo y más allá de él, el ser con propósito y razón vital, el ser y su relación con el mundo en el tiempo y el espacio, y, la transcendencia que implican. Por tanto, investigando sobre el tema puedes encontrar muchas maneras de verlo, y en principio, todas pueden ser igual de válidas.
Desde mi punto de vista, vivir de forma consciente tiene varias implicaciones que pueden ser complejas a priori, por ello, a continuación, me gustaría comentarte 3 nociones de partida que te pueden apoyar para empezar a vivir más consciente, mientras tú llegas a tus propias conclusiones:
Terminología de base.
Puede ser de utilidad diferenciar entre conciencia y consciencia, ambas tienen referencia en el latín como «conscientĭa», que significa, con conocimiento.
Conciencia, hace referencia al conocimiento del bien y del mal, entendido desde la moral o ética y la capacidad de jugar la realidad y los actos, tanto propios como ajenos, así podemos hablar de conciencia de clase, conciencia errónea, conciencia limpia, conciencia tranquila o mala conciencia...
Consciencia, se refiere a la capacidad del ser humano para reconocer la realidad circundante y relacionarse con ella, y el conocimiento que tiene sobre sí mismo, su existencia, sus actos y reflexiones.
Así, cuando hablamos de ser consciente o tomar consciencia, desde mi percepción, implica aprender a darse cuenta de:
1. Tu mundo interior, esto es, conocerse y comprenderse a uno mismo, no solo a nivel mental, emocional, conductual, físico o espiritual, sino también, la esencia propia de tu auténtico ser.
2.Tu mundo exterior, es decir, conocer y comprender la realidad que te rodea más allá de lo percibido a simple vista, entendiendo su implicación y cómo se manifiesta.
Y así, una vez que sabes "quién eres" y "dónde estás", puedes percibir no solo tu mundo interno, sino también el mundo externo, es en ese momento, cuando puedes empezar a interactuar en tu realidad, comprendiendo la implicación de las cosas.
Condicionantes, fuentes de influencia o distractores.
Formas parte de un todo, y ese todo, tiene un efecto en ti, y tú, tienes un efecto en ese todo. Entendiendo que todos partimos de un determinado nivel con conciencia y consciencia, hay una serie de condicionantes, fuentes de influencia o distractores, que tienen un papel relevante en todo esto.
Desde lo más particular a lo más amplio, tienen un influjo en cómo te percibes a ti mismo y tu realidad, en su sentido más amplio. Tus creencias, valores, ideales, principios, aptitudes y actitudes, tus conductas, cociente intelectual, nivel de capacitación (formación académica) o de educación, experiencia vital, figuras de referencia o sistema familiar, estrato social, raza, situación geográfica, cultural o histórica pasada o presente (acontecimientos políticos, sociales, ideológicos, económicos, religiosos, sanitarios...), etc.
Todo esto mencionado y más, dependiendo de varias variables, determinarán en cierta medida tu nivel de consciencia y capacidad para vivir de forma consciente. Si bien, ser rico o pobre, tener educación o no tenerla, tener una familia o no tenerla, vivir "buenas o malas" experiencias, estar en un país u otro, en un momento histórico u otro, etc., son condicionantes, fuentes de influencia o distractores, son solo situaciones que según cómo vea e interprete la persona, le pueden potenciar o limitar. Al final como todo en la vida depende de tus elecciones.
Implicaciones de vivir desde la consciencia.
Hay que distinguir entre conocimiento y sabiduría. Conocimiento, es acumulación de datos, sabiduría, es el entendimiento profundo de esos datos, comprendiendo su significado en el sentido más amplio y aplicarlo de la manera correcta cuando toca y de la como que toca. Con esto lo que pretendo decir es, que conocer mucho sobre existencialismo, las teorías filosóficas o el conocimiento de todos los pensadores que han tratado estos temas a lo largo de la historia, no te va a hacer vivir más consciente, no es causa efecto. He conocido y trabajado con gente que era buena o reconocida en ciertos campos o que estaba muy versada en filosofía o en el conocimiento de diversas culturas, pero, sus niveles de consciencia, a mi entender, no eran tan buenos, por esa falta de sabiduría, de saber ser y estar.
Vivir una vida consciente tampoco implica necesariamente, que las 24 horas al día de los 365 días del año, has de estar feliz, no es necesariamente estar siempre riendo o disfrutando o con serenidad o en estado contemplativo. Sin entrar en qué significa la felicidad y la implicación que tiene que hoy no toca.
Para mí, desde la comprensión que tengo actualmente de ello, implica permitirse experimentar la vida, entendiendo que todo tiene un sentido, un significado y es para algo. Es darte la oportunidad de fluir y crecer con la vida, permitiendo que las cosas sean, sin sufrimiento, desde una libertad consciente, en la que dejas de ser un agente reactivo a tu mundo interno o externo y pasas a ser un ser activo, con capacidad de elección y responsabilidad sobre su propia vida, sin culpa, carga o similares, entendiendo que formas parte de un todo y eso tiene un efecto en ti, y tú en ese todo.
Clave: conócete a ti mismo, para conocer tu realidad y el mundo en el que se desarrolla, nada es por casualidad sino por causalidad, tu sentido vital tiene una razón de ser.
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